Lewis Hamilton vendió toda su colección de autos de lujo, valuada en más de 16 millones de dólares.
El siete veces campeón del mundo tomó la decisión para dedicarse a su nueva pasión: el arte y llevar un estilo de vida consciente y sostenible.
Durante años, fue dueño de un garaje soñado con más de 15 autos exclusivos, entre ellos un McLaren F1 de 1995.
El piloto aseguró que ya no siente la necesidad de conservar la flota de vehículos pero dejó un modelo: el Ferrari F40.