El informe de la Policía Civil de Río de Janeiro indicó que más del 95% de los civiles fallecidos y ya identificados tras el operativo en las favelas tenían “vínculos comprobados” con el Comando Vermelho. La cifra se calculó sobre 115 de los 117 muertos reconocidos oficialmente, sin incluir a los cuatro agentes que también perdieron la vida. Las otras dos pruebas periciales arrojaron resultados “inconclusos”.
“Por lo menos” 97 de los fallecidos tenían antecedentes criminales “relevantes” y 59 contaban con órdenes judiciales de detención. Otros 17 no registraban antecedentes, aunque 12 de ellos “demostraron indicios de participación” en el narcotráfico en sus redes sociales.
“Esta mínima fracción de narcoterroristas neutralizados que no tenían antecedentes penales ni imágenes en redes sociales portando armas o demostrando vínculos con facciones criminales no significa nada. Si no hubieran reaccionado al abordaje de los policías, habrían sido detenidos”, afirmó al respecto el secretario de Policía Civil de Río de Janeiro, Felipe Curi.
Entre los fallecidos, 62 eran originarios de otros estados, principalmente Pará (19), Bahía (12), Amazonas (9) y Goiás (9). El resto provenía de Ceará, Paraíba, Maranhão, Mato Grosso, Espírito Santo, São Paulo y Distrito Federal. Además, se identificó la presencia de líderes de grupos armados de al menos once estados vinculados al Comando Vermelho que se encontraban refugiados en Río de Janeiro.
La Defensoría Pública reporta 132 fallecidos, mientras que el Gobierno regional confirmó 121, incluyendo 117 civiles y cuatro agentes de seguridad.




