Seguramente viste al costado de algún camino un altar a la Difunta Correa rodeado de botellas de agua. @cande_polli nos cuenta esta leyenda que ilustra el amor infinito de las madres y su poder milagroso.
La Difunta o Deolinda Correa, fue una mujer sanjuanina que murió de sed. Su cuerpo fue encontrado al día siguiente y prendido de su pecho su hijito que aún estaba vivo.
Su figura es considerada milagrosa por lo que sus fieles construyen altares en los lugares más inhóspitos y le dejan agua para nunca más pase sed.
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