En un discurso provocador durante el Foro Económico Mundial en Davos, el polémico economista argentino, Javier Milei, arremetió contra líderes mundiales, acusándolos de estar cooptados por una visión socialista que, según él, permea diversas corrientes políticas.
Milei sostuvo que las diferencias entre socialistas, conservadores, comunistas, fascistas, nazis, social-demócratas y centristas son superficiales, argumentando que todos comparten una inclinación hacia un sistema en el cual el Estado ejerce un control sustancial sobre los medios de producción. Sin embargo, el economista anarcocapitalista admitió que su perspectiva puede sonar radical al afirmar que Occidente se ha volcado al socialismo.
El punto central de su crítica fue la evolución del socialismo, según Milei, quien sostiene que hoy los Estados no necesitan controlar directamente los medios de producción para influir en la vida de los individuos. Señaló a los «neomarxistas» en universidades y la esfera política como agentes de este nuevo socialismo, afirmando que controlan la producción cultural y fomentan luchas por cuestiones como el feminismo y el medio ambiente.
Estas declaraciones generaron reacciones variadas en el público presente en Davos, desde risas ante la idea de considerar neomarxistas a movimientos feministas y ambientales, hasta críticas por parte de aquellos que defienden los derechos ambientales y de género.
Las posturas de Milei chocan con las posiciones de líderes como Pedro Sánchez, Joe Biden y el Papa Francisco, quienes han abogado por enfoques más intervencionistas en temas sociales y ambientales. La intervención del economista argentino deja abierto el debate sobre las corrientes políticas y económicas que moldean el rumbo del mundo en la actualidad.