Es bien sabido que el perro es el mejor amigo de las personas y que su compañía tiene un efecto terapéutico: los perros de terapia están presentes en programas para niños con dificultades para relacionarse, así como en programas de rehabilitación en prisiones. Y de hecho no solo son buenos amigos de las personas, sino que a menudo también hacen buenas migas con otros animales domésticos. Pero, ¿pueden llegar a ser «amigos» de los animales salvajes?
Sorprendentemente, los perros han demostrado ser también el mejor amigo del guepardo. Desde hace algunas décadas, algunos zoos acompañan a los cachorros de esta especie con problemas para relacionarse con perros, los cuales les ayudan a ganar confianza, aprender a comportarse en grupo y aumentar así las posibilidades de que los felinos se reproduzcan.