Flavia Ochoa , una cordobesa de 39 años de edad, demandó a la farmacéutica AstraZeneca y al Estado argentino por $100 millones por una reacción secundaria provocada por la vacuna.
La damnificada tras recibir la tercera dosis en enero de 2022, comenzó a sentir fuertes calambres e inestabilidad en las piernas.
Siempre los médicos le dijeron que podría tratarse de una alergia temporal a la vacuna pero el problema continuó. Le diagnosticaron esteroides y medicamentos para atacar las inflamaciones.
Después de varios meses de estudios, le diagnosticaron síndrome de Guillain Barré con cuadriparesia y afirma haber quedado con un 75% de discapacidad laboral y estaría dos meses en silla de rueda.