La Embajada argentina en la ciudad de Caracas, capital de Venezuela, no encuentra paz. Como refugio de una serie de asilados políticos que acusan de persecución al presidente Nicolás Maduro, este sábado se encontró con una insólita situación: ya no hay agua en el edificio.
Uno de ellos, Pedro Urruchurtu Noselli, advirtió que a las 18:55 horas del 30 de noviembre, tras «una semana de asedio continuo a la Embajada de Argentina en Caracas» el edificio continúa «sin electricidad e impiden acceso de agua potable». «Se acaba de vaciar el tanque de agua, luego de racionar la que quedaba«, remarcó.
Cancillería argentina denunció hostigamiento e intimidación
La semana pasada, Cancillería informó que agentes encapuchados del régimen de Maduro comenzaron a rodear la embajada argentina en Venezuela. De acuerdo al activista Pedro Urruchurtu Noselli, los funcionarios de la Dirección de Acciones Estratégicas y Tácticas del Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana (DAET) y del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) se hicieron presentes con armas largas.
»La República Argentina hace un llamado a la comunidad internacional para condenar estas prácticas y exigir los salvoconductos necesarios que permitan la salida de las personas asiladas del país. Asimismo, agradece al gobierno de Brasil por representar los intereses argentinos en Venezuela, asumiendo la protección de los locales diplomáticos, y por sus esfuerzos para garantizar la seguridad de los asilados frente al hostigamiento del régimen venezolano», agregaron.
Por último, reafirmaron »su compromiso con la defensa de los derechos humanos, el respeto de las normas internacionales y la seguridad de quienes se encuentran en situación de asilo».