Un fallo judicial histórico en Corrientes consideró al perro de una pareja separada como un “ser sintiente”.
Pope, un perro salchicha de más de un año, quedó en el medio de la separación de una pareja.
Tras la separación, los jóvenes acordaron que Pope se quedaría con él, pero ella reclamó seguir viéndolo y la Justicia tomó una decisión histórica.
El Juzgado de Familia dictó una medida cautelar para que la mujer pueda tener al perro los fines de semana. Se trata de «la primera medida de estas características en el país que no se da en el marco de un divorcio».