Kenya es una elefanta de 44 años que pasó toda su vida en cautiverio y finalmente emprendió el viaje a un santuario de elefantes en Brasil.
Viajará 3.600 kilómetros en un contenedor montado sobre un camión, acompañada de su cuidador y dos veterinarios especializados y es entrenada desde hace 2017 para afrontar este traslado con el menor estrés posible.
Este santuario ya recibió hace unos meses a Pupy, que llegó desde Buenos Aires tras pasar 30 años en un zoológico de la capital.
En este lugar, los animales pueden caminar al menos diez kilómetros al día, lo que les ayuda a mejorar su calidad de vida y, además, pueden moverse en un entorno natural.