El escenario del comercio automotor está en plena transformación tras la decisión de Estados Unidos de aplicar un arancel del 25% a los autos importados a partir del 3 de abril. Este cambio podría generar un impacto indirecto en el mercado argentino, ya que algunos países que antes priorizaban el mercado estadounidense podrían redirigir su producción hacia otras regiones.
Las automotrices europeas, que envían más de 750.000 vehículos al año a Estados Unidos, podrían modificar sus estrategias comerciales, limitando la exportación de modelos menos rentables y buscando nuevos mercados. Sin embargo, Argentina y Brasil presentan barreras arancelarias para los vehículos de fuera del Mercosur, lo que podría dificultar un incremento significativo de importaciones desde Europa.
En contraste, México se posiciona como un fuerte candidato para aumentar su presencia en el mercado argentino. Gracias a un Acuerdo de Complementación Económica entre ambos países, los autos mexicanos pueden ingresar sin aranceles, lo que les otorga una ventaja competitiva frente a otros orígenes. A pesar de existir un límite de importaciones de 773 millones de dólares, este cupo aún no se ha alcanzado, permitiendo un margen para incrementar las ventas.
Otro factor clave es la reciente reforma a la Ley Nacional de Tránsito en Argentina, que facilita la homologación de vehículos provenientes de mercados con altos estándares de seguridad, como el estadounidense. Esta medida allana el camino para la llegada de modelos que antes requerían un proceso más complejo de certificación.
Actualmente, varias marcas ya comercializan modelos mexicanos en Argentina. Ford importa la Bronco Sport, el Mustang Mach-E y la Maverick; Nissan vende los modelos Sentra y Versa y tiene previsto sumar la pickup Frontier desde 2026. Volkswagen podría comenzar a traer la Taos desde México si se confirma el cese de su producción en General Pacheco. Otras marcas como RAM, Honda, Audi, BMW, KIA y Chevrolet también cuentan con modelos importados desde el país azteca.
Con este nuevo panorama, México podría consolidarse como un proveedor clave de vehículos para Argentina, aprovechando las condiciones favorables del acuerdo comercial y la flexibilización de los requisitos de homologación