Esta nueva normativa, pretende mejorar la conducta de los jugadores en la cancha, promoviendo así la violencia nula en el deporte. Se trata de una tarjeta azul, que el árbitro la podrá sacar cuando los jugadores cometan faltas técnicas o cuando falte el respeto a uno de sus pares.
Según lo anunciado por la International Football Association Board (IFAB), este cambio histórico, el primero desde la adopción de las tarjetas amarillas y rojas en el Mundial de 1970, tiene como objetivo mejorar la conducta de los jugadores en el terreno de juego.
Como con las reglas tradicionales, cuando un jugador acumula dos tarjetas azules, implica una expulsión, o sea una tarjeta roja. También, una azul, acumulada con una tarjeta amarilla, también implica una expulsión.
Esta nueva modalidad, viene a cambiar el paradigma del fútbol, ya que estimula a los futbolistas a no cometer infracciones ni faltas de respeto. Aún, no esta implementada en el fútbol profesional, por el momento solo es una prueba “piloto”, pero se estima que muy pronto se incorpore.
