El Gobierno anunció que, a partir del 1 de julio, el salario de los médicos residentes del Hospital Garrahan alcanzará los $1.300.000. La medida fue presentada como un intento de resolver las tensiones laborales, pero desde los gremios aseguran que no alcanza y que la situación podría agravarse.
Hasta ahora, los residentes percibían un salario neto de $797.000, al que se sumaba un bono de $200.000. Según la nueva decisión, ese bono se incrementará a $500.000, lo que representa una mejora del 30% en el ingreso total. Sin embargo, la Junta Interna de ATE advirtió que el aumento solo alcanza a una minoría y deja afuera al 90% del personal del hospital, lo que, según expresaron, profundiza el conflicto.
Los gremios señalaron que no hay previsto ningún espacio de negociación con el Ejecutivo y calificaron el anuncio como una maniobra para dividir al personal. Además, reclamaron que los aumentos deben alcanzar también a trabajadores de planta, enfermeros, técnicos y administrativos.
Una asamblea general fue convocada para el martes 3 de junio, con la participación de residentes, contratados y personal permanente. Allí se definirá si se aceptan las nuevas condiciones y si continúan o se intensifican las medidas de fuerza.
Por otro lado, el comunicado del hospital, revisado por la Casa Rosada, hizo énfasis en un proceso de auditoría interna y señaló que se están eliminando “desvíos presupuestarios y gastos superfluos”. La postura oficial sostiene que el aumento responde a una planificación financiera y no a la presión sindical. También apuntaron contra sectores gremiales, acusándolos de politizar el conflicto.
Desde el Gobierno se indicó que se aplicarán descuentos salariales a quienes continúen con las huelgas y que podrían producirse sanciones por ausencias prolongadas. En declaraciones recientes, el presidente Javier Milei vinculó la situación con presuntos “ñoquis” en el sistema de salud, lo que fue desmentido por representantes sindicales, quienes denunciaron una campaña de desprestigio hacia los trabajadores del hospital.
La tensión entre el personal del Garrahan y las autoridades continúa, y el anuncio del aumento no logró desactivar la protesta. Todo indica que la próxima semana será clave para definir la continuidad del conflicto.
