El gobierno de Donald Trump anunció el jueves medidas para terminar con la capacidad de Harvard de inscribir estudiantes internacionales.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, escribió en X que el gobierno ha revocado la «certificación del Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio» de Harvard como resultado de su «incumplimiento de la ley».
La Universidad de Harvard demandó este viernes al gobierno de Donald Trump tras la decisión de revocar la capacidad de la escuela de la Ivy League para inscribir a estudiantes internacionales. La denuncia fue presentada en Boston y la revocación fue calificada como una violación a la Constitución de EEUU.
La demanda fue presentada ante un tribunal federal de Boston y la prestigiosa casa de estudios calificó la revocación de «violación flagrante» de la Primera Enmienda de la Constitución de EEUU y de otras leyes federales.
También afirmó que la revocación tuvo un «efecto inmediato y devastador» en la universidad y en más de 7000 poseedores de visados, según afirmó Reuters. «De un plumazo, el gobierno buscó borrar a una cuarta parte del estudiantado de Harvard, estudiantes internacionales que contribuyen significativamente a la Universidad y su misión», dijo la institución.
«Sin sus estudiantes internacionales, Harvard no es Harvard», añadió la escuela, que solicitó a un juez federal que bloqueara la revocación, alegando «el daño inmediato e irreparable causado por esta acción ilegal».
La portavoz de la Casa Blanca, Abigail Jackson, desestimó la demanda al afirmar que «si a Harvard le importara tanto acabar con el flagelo de los agitadores antiamericanos, antisemitas y proterroristas en su campus, no estarían en esta situación para empezar».