28/04/2025

LA HERENCIA DEL PAPA FRANCISCO CONFIRMA SU COMPROMISO CON LA HUMILDAD

El fallecimiento del papa Francisco no solo dejó huella en el mundo espiritual, sino también en lo simbólico: su herencia fue una declaración de principios.

Desde que asumió como líder de la Iglesia Católica en marzo de 2013, Jorge Bergoglio adoptó un estilo de vida austero, fiel a su formación jesuita. Rechazó lujos, eligió vivir en la Casa de Santa Marta —un espacio sencillo dentro del Vaticano— y utilizó medios de transporte modestos, muy lejos de las comodidades disponibles para un Papa.

Durante su papado, no percibió salario. Tal como lo expresó en una de sus últimas entrevistas audiovisuales, cada vez que necesitaba dinero para gastos personales, lo solicitaba: «Yo no tengo sueldo», dijo en el documental Amén: Francisco responde.

A diferencia de otros cargos eclesiásticos de alto rango, que pueden recibir ingresos mensuales de entre 4.700 y 5.900 dólares, Francisco nunca acumuló bienes ni cuentas personales. Según fuentes cercanas al Vaticano, no dejó propiedades ni activos a su nombre.

El portal Celebrity Net Worth estimó su patrimonio en apenas 100 dólares al momento de su muerte, reflejo de una vida enfocada en el servicio, la sencillez y la coherencia entre discurso y acción.

Su legado económico fue tan modesto como su estilo, y en esa decisión radica una de sus enseñanzas más potentes.