Un grupo armado asaltó la prisión de Mirebalais, en el centro de Haití, y dejó en libertad a más de 500 reclusos en un hecho que generó terror en la población local. Según informes, la mayoría de los fugados aún esperaban sentencia.
OLA DE VIOLENCIA Y DESTRUCCIÓN
El ataque no se limitó a la cárcel. Los agresores también incendiaron viviendas, irrumpieron en la comisaría y atacaron el hospital de la zona. A pesar de la resistencia de algunos habitantes y efectivos policiales, la ofensiva dejó a la ciudad en un estado de pánico.
Miles de personas abandonaron sus hogares buscando refugio en áreas más seguras, temiendo nuevas embestidas.
ESTRATEGIA PARA REFORZAR BANDAS CRIMINALES
Este tipo de ataques se ha vuelto frecuente en Haití, donde grupos armados buscan fortalecer su dominio mediante la liberación de reclusos que pueden sumarse a sus filas.
Imágenes difundidas en redes sociales muestran a los atacantes celebrando la fuga masiva, mientras los prisioneros huyen del recinto.
RESPUESTA POLICIAL Y CRISIS EN HAITÍ
La Policía Nacional logró abatir a varios integrantes de las bandas y recibió refuerzos durante la jornada, incluyendo vehículos blindados.
El país enfrenta una situación crítica con la presencia de grupos delictivos que operan sin control. Según datos de la ONU, más de 4000 personas fueron asesinadas en Haití en los últimos meses, mientras el tráfico ilegal de armas sigue alimentando la violencia.