Este sábado, expresidente de Brasil Jair Bolsonaro fue detenido preventivamente por orden de la Justicia, para ser enviado a una cárcel. Desde agosto se encontraba cumpliendo domiciliaria pero el juez del Supremo Tribunal Federal (STF) Alexandre de Moraes consideró una razón puntual para tomar esta decisión.
O Globo sostuvo que se consideró «que existía riesgo de fuga y que ya no existían las condiciones para mantener el arresto domiciliario». Además, agregaron que dicha detención preventiva «no está relacionada con la condena por el intento de golpe de Estado».
La decisión de Moraes, que se dio a raíz de un pedido policial, sostiene que «el monitor electrónico de tobillo que usaba Bolsonaro fue violado» poco después de la medianoche de este sábado 22 de noviembre, específicamente a las 00.08, de acuerdo con el información enviada del Centro Integrado de Monitoreo del Distrito Federal al STF.
El líder ultraderechista, condenado a 27 años de cárcel por golpismo, se encontraba cumpliendo prisión domiciliaria desde agosto y este traslado se decidió para “garantizar el orden público”, justificó el STF.
“La información confirma la intención del condenado de romper la tobillera electrónica para asegurar el éxito de su fuga, facilitada por la confusión causada por la manifestación convocada por su hijo”, sostuvo de Moraes.




