El incendio comenzó en el pueblo de Ribaute, en el sur de Francia, y hasta el momento, arrasó más de 14.500 hectáreas quemadas.
Es el mayor siniestro en el país, desde 1949 y afectó al menos a 15 municipios, con 36 viviendas destruidas y cientos de evacuados. Bomberos y varios aviones cisterna combaten las llamas sin descanso.
Hasta el momento, se confirmó una víctima fatal, 13 heridos entre ellos 11 bomberos y tres personas desaparecidas.
La ministra de Transición Ecológica de Francia advirtió que el impacto ambiental y humano será duradero, es por eso que la región permanece bajo alerta máxima.