Julio Simón, apodado «El Turco Julián», uno de los torturadores más conocidos del centro clandestino de detención El Olimpo, murió mientras cumplía su condena por crímenes de lesa humanidad en la Unidad N° 34 del Servicio Penitenciario Federal, en Campo de Mayo.
Simón estuvo a cargo de grupos de tareas responsables de la detención, tortura y desaparición forzada de personas durante la dictadura cívico-militar (1976-1983), bajo el mando de la junta militar. Fue condenado en tres juicios por su participación en delitos aberrantes. En 2006, recibió una condena a 25 años por torturas y detención ilegal de José Poblete y Gertrudis Hlaczik, así como por la desaparición de la hija de la pareja, una bebé de ocho meses. Luego, fue sentenciado a 23 años más por su participación en el caso ‘Batallón 601’, por la desaparición forzada de otras personas en 1979 y 1980.
Después del retorno democrático y la anulación de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, Simón huyó a Brasil, donde trabajó como vigilante privado y guardaespaldas. Regresó a Argentina cuando se reanudaron los juicios contra los responsables de violaciones a los derechos humanos.
Simón también se destacó por su ideología antisemita, la cual se reflejaba en la brutalidad con la que torturaba a prisioneros judíos. Testimonios, como el del cineasta Jorge Taglioni, secuestrado en 1978, dan cuenta del uso de símbolos nazis por parte de Simón y su particular saña hacia los detenidos de origen judío en El Olimpo.