Israel lanzó en la madrugada de este martes el mayor ataque contra Hamas en Gaza desde el inicio de la tregua hace dos meses, dejando un saldo de más de 400 muertos, incluidos mujeres y niños, según fuentes hospitalarias del enclave. La orden fue dada por el primer ministro Benjamín Netanyahu, quien justificó la ofensiva en la «reiterada negativa» de Hamas de liberar a los rehenes y su rechazo a las propuestas de Estados Unidos para extender la primera fase del alto el fuego.
Bombardeos en múltiples puntos de Gaza
Pasadas las dos de la madrugada, la oficina de Netanyahu confirmó el ataque, y poco después el Ejército israelí informó que estaba llevando a cabo «amplios ataques contra objetivos terroristas pertenecientes a Hamas en la Franja de Gaza». Los bombardeos impactaron en diversas zonas del enclave, incluyendo refugios y áreas humanitarias en Jan Yunis, Nuseirat, Al-Bureij, Jabalia y Ciudad de Gaza.
El cuerpo de Defensa Civil de Gaza reportó dificultades para operar en los sectores atacados, ya que múltiples puntos fueron bombardeados simultáneamente.
Acusaciones cruzadas y tensión en Israel
Hamas acusó a Netanyahu de «torpedear» las negociaciones para la segunda fase del alto el fuego y advirtió que la ofensiva pone en peligro a los rehenes en Gaza. «Netanyahu y su gobierno extremista han revocado el acuerdo, exponiendo a los prisioneros a un destino desconocido», afirmó el grupo en un comunicado.
Por su parte, el exministro de Seguridad Nacional de Israel, Itamar Ben Gvir, celebró la decisión de reanudar la guerra, calificándola de «paso correcto, moral y ético para destruir a Hamas y recuperar a nuestros rehenes».
Protestas y presiones dentro de Israel
Mientras el conflicto escala en Gaza, en Israel crece la presión interna sobre Netanyahu. Desde hace más de una semana, manifestantes acampan en Tel Aviv frente a la sede del Ejército exigiendo avances en las negociaciones con Hamas para liberar a los rehenes. Además, organizaciones civiles y militares convocaron protestas contra la destitución del director del servicio de inteligencia interior (Shin Bet), Ronen Bar, una decisión que generó críticas en la oposición y en la fiscal general del Estado, Gali Baharav-Miara.
Intervención de EE.UU. y consecuencias futuras
Tras los ataques, la Casa Blanca confirmó que Israel consultó antes de reanudar la ofensiva. En paralelo, la delegación israelí que había viajado a Egipto para negociar la tregua regresó sin avances, aunque el Gobierno aseguró que sigue dispuesto a retomar las conversaciones si hay nuevas propuestas de los mediadores.
Con la guerra retomando su intensidad, la incertidumbre crece tanto en Gaza como en Israel, en un conflicto que sigue dejando víctimas y tensiones a nivel internacional.