El nivel de pobreza en Argentina cerró el segundo semestre de 2024 con un 38,1%, según datos oficiales del INDEC. Aunque este número representa una baja respecto a la primera mitad del año, las cifras varían considerablemente entre las distintas regiones del país.
Las zonas más afectadas siguen siendo el Noreste y el Noroeste, donde los índices superan ampliamente el promedio nacional. En el NEA, la pobreza alcanza el 47%, mientras que en el NOA llega al 42,8%. A nivel urbano, algunas localidades registraron cifras alarmantes: en Santiago del Estero-La Banda, el 48,6% de la población se encuentra por debajo de la línea de pobreza; en Formosa, el 46,2%; en La Rioja, el 46%, y en Gran Catamarca, el 45,8%. También presentan altos niveles Santa Rosa-Toay (44,3%), Posadas y Gran Santa Fe (ambos con 43,4%).
Sin embargo, dos ciudades muestran un panorama aún más crítico: Gran Resistencia lidera el ranking con un 60,8% de pobreza, seguida por Concordia con un 57,1%.
LA INDIGENCIA: UNA REALIDAD QUE PERSISTE
En cuanto a la indigencia, el porcentaje a nivel nacional se ubicó en 8,2% durante la segunda mitad del año, evidenciando una caída en comparación con el 18,1% del semestre anterior. A pesar de la mejora en términos generales, la situación sigue siendo grave en algunas regiones. Gran Resistencia encabeza la lista con un 22,4% de indigencia, seguida de Concordia (13,9%), San Nicolás-Villa Constitución (11,9%), Santiago del Estero-La Banda (11%), Santa Rosa-Toay (10,4%) y el Gran Buenos Aires (10,1%).
CÓMO SE DETERMINAN ESTAS CIFRAS
El INDEC obtiene estos datos a partir del relevamiento en 31 centros urbanos del país. La pobreza se mide según la capacidad de los hogares para cubrir la Canasta Básica Total (CBT), mientras que la indigencia se define por la imposibilidad de acceder a la Canasta Básica Alimentaria (CBA). Estos indicadores reflejan la desigualdad en el acceso a bienes esenciales y la necesidad de políticas que apunten a reducir las brechas sociales en el país.