A comienzos de abril, en Idaho Falls, Estados Unidos, se reunieron Reggie, el perro más alto del mundo, y Pearl, la más pequeña, se vieron cara a cara por primera vez.
Este encuentro fue organizado con apoyo de Guinness World Records, reunió a estos dos extremos del reino canino en la casa del dueño de Reggie, Sam Johnson Reiss.
Desde Florida, Vanesa Semler viajó con Pearl para concretar esta cita que, según ambos propietarios, fue mucho más que una simple curiosidad: una verdadera conexión entre opuestos.
El gran danés Reggie y la chihuahua Pearl, certificados por Guinness World por sus récords, compartieron dos días de juegos y afecto entre el 4 y el 5 de abril. La decisión de que la cita sea en la casa de Reggie fue para evitar que tuviera que volar en avión, algo logísticamente complicado por su tamaño.