Las intensas lluvias provocaron el desborde del río Guadalupe, que arrasó con todo a su paso en el condado de Kerr. El número de fallecidos sigue en aumento.
El sur de Texas atraviesa una de las peores catástrofes de los últimos años. Las inundaciones causadas por lluvias torrenciales ya dejaron al menos 78 muertos, según confirmaron este domingo las autoridades estatales.
“Hemos registrado 68 fallecidos en el condado de Kerr”, informaron fuentes policiales, mientras que otras diez personas murieron en diferentes zonas afectadas por el temporal. Equipos de rescate, integrados por agentes y voluntarios, continúan trabajando sin descanso en la búsqueda de personas desaparecidas.
El gobernador Greg Abbott informó que hay 41 personas que siguen sin ser localizadas, entre ellas once niñas y adolescentes que se encontraban en el campamento cristiano Mystic, ubicado cerca de Hunt. Esa zona fue golpeada de lleno por la repentina crecida del río Guadalupe, el pasado viernes.
Abbott también advirtió que, si bien no se esperan lluvias tan intensas como las recientes en Kerrville, existe riesgo de nuevas inundaciones repentinas en las próximas 24 a 48 horas en áreas como Big Country, Concho Valley y el centro del estado, donde el suelo ya no absorbe más agua. “El peligro sigue presente y puede ser mortal”, alertó el mandatario.
